Así fue como, los resultados de varios estudios en el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz nos llevaron a mis colaboradoras y a mí a escribir el libro: ¿Es difícil ser mujer? Una guía sobre depresión, el cual está presentado en caricaturas para explicar de manera sencilla qué es la depresión y, con un enfoque de género, plantear maneras de ir saliendo de ésta. Posteriormente, hicimos un libro similar dirigido a prevenir la depresión posparto: Despertando tu amor para recibir a tu bebé. Ambos, a la larga, formaron parte de un paquete de prevención de la depresión que consistió en manuales para profesionales que quisieran socializar esta información en grupos de mujeres y en cursos a distancia para capacitarlos en las intervenciones. Sin embargo, lo más enriquecedor no fue poder proporcionar a las mujeres estas formas de ayuda, sino lo que aprendimos de ellas en este proceso. Me sorprendió una y otra vez sus grandes fortalezas para enfrentar la adversidad. El valor para salir de situaciones amenazantes. Cómo, ante tantas carencias y restricciones, mostraban gran generosidad para compartir lo que tuvieran con los demás. Su intuición, su sabiduría natural, su sentido del humor… en fin, han sido la mayor recompensa.
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